jueves, 27 de octubre de 2016

MANIFIESTO DE LOS PERSAS COMENTADO

EL MANIFIESTO DE LOS PERSAS
Era costumbre en los antiguos persas pasar cinco días en anarquía después del fallecimiento de su rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras desgracias, les obligase a ser más fieles a su sucesor. Para serlo España a V.M. no necesitaba igual ensayo en los seis años de su cautividad […]. La monarquía absoluta […] es una obra de la razón y de la inteligencia; está subordinada a la ley divina, a la justicia y a las reglas fundamentales del Estado; fue establecida por derecho de conquista o por la sumisión voluntaria de los primeros hombres que eligieron sus Reyes […]. Por todo lo cual pedimos se estime siempre sin valor esa Constitución de Cádiz, y por no aprobada por V.M. ni por las provincias […] porque estimamos las leyes fundamentales que contiene de incalculables y trascendentales perjucios, que piden la previa celebración de unas Cortes españolas legítimamente congregadas en libertad y con arreglo en todo a las antiguas leyes”.

CLASIFICACIÓN DEL TEXTO:
El texto que estamos comentando es de tipo literario ya que usando partes de un antiguo texto persa, intentan justificar la legitimidad del absolutismo.
Este manifiesto está escrito y firmado en Valencia en 1814, semanas después de que Napoleón y Fernando VII firmaran el Tratado de Valençay en dicha ciudad francesa. Con este último, Fernando se coronaba como rey de España y se ponía fin a la larga ocupación francesa (1808-1814). Los absolutistas esperaron a Fernando en la ciudad del Turia desde donde, tras firmar el presente tratado, se trasladaron a Madrid proclamando al nuevo rey (“el deseado”).
No existe un autor concreto para este texto sino que está redactado desde la opción absolutista española, postura muy respaldada en una España evidentemente anquilosada en la tradición del Antiguo Régimen aún a principios del siglo XIX.
El destino del texto es la totalidad de españoles para hacerles ver que la verdadera ideología que profesa el rey es el absolutismo.

ANÁLISIS:
Antes de analizar el presente texto, pretendo aclarar algunas cuestiones: cuando habla de “cautividad” hace alusión a los años de la guerra en los que el rey ha permanecido en la ciudad de Valençay al amparo de Napoleón. Dicha cautividad no ha sido tal, pues el trato recibido nunca fue el de un rehén.
Igualmente, “el derecho de conquista” al que se refiere es el que se otorga durante la Edad Media a los distintos reyes cristianos contra los musulmanes.
El texto es un fragmento del denominado “Manifiesto de los Persas” con el cual Fernando VII se abrazaba al absolutismo rechazando la obra de las Cortes de Cádiz.
El documento se inicia presentando un símil con la costumbre persa de usar la anarquía en contraposición al orden. En este caso, la anarquía serían los seis años de Guerra de Independencia (1808-14) en los que además de las cuestiones bélicas, se han producido reformas liberales que los autores del texto engloban en dicha “anarquía”. Esta primera parte, sirve para justificar la necesidad del orden que aporta el sistema del Antiguo Régimen como solución ante todo lo vivido en estos años de guerra.
A continuación, hace una defensa del sistema de monarquía absoluta la cual expresa como “obra de la razón”. El uso de este término se debe a la importancia que venía teniendo entre los círculos ilustrados desde el siglo XVIII. Asímismo, defiende la soberanía del rey como resultado de la reconquista realizada por sus antepasados.
La última parte sirve para criticar la obra de las Cortes de Cádiz pretendiendo enterrarla para siempre con la implantación del absolutismo en España.

COMENTARIO CRÍTICO
El presente texto muestra la verdadera ideología del rey Fernando VII, aunque los liberales siempre tuvieron la esperanza de convencerlo para su causa, tanto Fernando como sus sucesores se abrazaron siempre que pudieron a las ideas más conservadoras. “El Manifiesto de los Persas” deja en evidencia al rey y a la sociedad española como una de las más atrasadas en la Europa de la época. El hecho narrado sirvió para inaugurar una etapa de veinte años de absolutismo, sólo interrumpidos por el Trienio Liberal (1820-23).